Otra denuncia por negligencia mortal en la sanidad pública valenciana

Después de la muerte de una niña de 12 años por una peritonitis tras acudir hasta en tres ocasiones al médico sin que sanidad pública valenciana le diagnosticara la dolencia pese al fuerte dolor abdominal que padecía, ahora la familia de un hombre fallecido por infarto en un hospital valenciano exigirá una indemnización a la Consejería de Sanidad después de que la víctima fuera llevada de un centro a otro en una caótica travesía. Los hechos ocurrieron el pasado noviembre, cuando un vecino de Castellón de 74 años sufrió un infarto y, siguiendo el protocolo, se pretendió su traslado al hospital más cercano. El problema es que en el centro sanitario más próximo, en Castellón, no funcionaba la máquina de hemodinámica para realizar cateterismos, por lo que el médico que le atendió en primera instancia solicitó el traslado al Hospital General de Valencia, donde se negaron a atenderlo. De ahí, ahora sí, al Hospital de Castellón, donde se le realizó un tratamiento fibrolítico sin éxito. La solución fue volver al General de Valencia, donde, pese a ser intervenido, falleció tres días después.
Los hechos denunciados por la familia nos sitúan delante de un rosario interminable y fatal de errores. Urge una investigación, porque el relato es espeluznante. Alguien tendrá que dar explicaciones, porque el testimonio de los allegados describe un escenario marcado por decisiones que entran de lleno en el terreno de la negligencia. Máquinas averiadas, negación de ayuda y, en definitiva, una yincana mortal como consecuencia del tiempo perdido. Llueve sobre mojado en la sanidad pública valenciana, pero la izquierda y sus terminales mediáticas prefieren apuntar directamente a la sanidad madrileña en una estrategia de acoso y derribo de Isabel Díaz Ayuso. Si lo que ha ocurrido en Valencia ocurre en Madrid es fácil hacerse una idea de lo que estaría diciendo a estas horas el socialcomunismo. A Ayuso la estarían acusando de asesina para arriba. Pero como las muertes se han producido en una comunidad gobernada por la izquierda, toca mirar para otro lado.